Ir al contenido principal

Conservación de reptiles de alta montaña en colaboración con la Sociedad Catalana de Herpetología

Kilian Jornet Fundation
abril 28, 2025
Kilian Jornet Fundation
abril 28, 2025

Desde la Fundación hemos iniciado una nueva colaboración con la Sociedad Catalana de Herpetología (SCH) en el marco del proyecto de conservación del Espacio de Interés Natural de la Tossa Plana de Lles – Puigpedrós y Tossals de Isòvol-Olopte. Esta acción pone el foco en un grupo de animales a menudo olvidado, pero clave para entender la salud de los ecosistemas: los reptiles.

Reptiles como indicadores del cambio climático

La SCH lleva más de 30 años trabajando para estudiar, divulgar y conservar los anfibios y reptiles catalanes y sus hábitats. Esta colaboración representa una oportunidad para integrar conocimiento científico y gestión ecológica en un espacio natural especialmente vulnerable al cambio climático.
En el marco de nuestro proyecto, la SCH nos ayudará a hacer el seguimiento de tres especies: el lagarto pirenaico (Lacerta agilis garzoni), la lagartija de turbera (Zootoca vivipara) y el lagarto ocelado (Timon lepidus) en 5 municipios de los espacios de interés natural de la Cerdanya y el Alt Urgell. Estas especies, todas ellas de alto interés de conservación, nos permiten entender mejor cómo el cambio climático y la gestión del territorio afectan la biodiversidad de montaña.

Galeria Responsive
Gripau corredor
Sapo corredor
Llangardaix pirinenc
Lagarto pirenaico
Mostrejant granota verda
Mostreando rana verde
Escurçó pirinenc
Culebra pirenaica

Fotografías de Alejandro García-Salmerón

Hablamos con la Sociedad Catalana de Herpetología – Entrevista a Carme Mora Rueda, Técnica de Conservación y de Comunicación de la SCH.

Con motivo de esta colaboración, hemos querido conocer mejor el trabajo de la SCH y la importancia de los reptiles de alta montaña en un contexto de cambio climático y pérdida de biodiversidad:

¿Qué es la SCH y qué acciones lleváis a cabo?

La Sociedad Catalana de Herpetología (SCH) es una entidad científica dedicada al estudio, conservación y divulgación de la fauna herpetológica (anfibios y reptiles) en Cataluña. Nuestras acciones incluyen la elaboración de proyectos de conservación, seguimientos de poblaciones de herpetofauna, creación y restauración de hábitats, actividades de divulgación y sensibilización, así como la coordinación con otras entidades y administraciones para garantizar la protección de las especies autóctonas.

¿Qué protocolos seguís para el seguimiento de estas especies?

Los anfibios y los reptiles presentan ecologías y comportamientos diferenciados, lo que implica que los protocolos de seguimiento deben adaptarse a las características específicas de cada grupo. En el caso de los anfibios, los seguimientos consisten en realizar visitas nocturnas a puntos de agua y tramos fluviales, donde se cuantifican las puestas, los renacuajos y los individuos juveniles y adultos.
En cuanto a los reptiles, las metodologías de seguimiento son diversas y se personalizan según las necesidades de cada especie. Una de las técnicas más utilizadas es el método de captura-recaptura, especialmente aplicado a las tortugas. Este método implica el uso de trampas de caída, en las que se capturan individuos, se marcan y se vuelven a liberar. A través de múltiples recapturas, se pueden estimar las tendencias poblacionales y obtener datos sobre la estructura de la población.
Uno de los protocolos más importantes que utilizamos es la Distance sampling methodology. En este protocolo, dos observadores recorren transectos marcados y registran todos los individuos observados, junto con datos ambientales específicos, así como la distancia y el ángulo al que se encuentra el ejemplar censado. Esta técnica es especialmente eficaz para especies como el lagarto pirenaico, la lagartija de turbera y el lagarto ocelado. El método Distance nos permite estimar las densidades poblacionales de las especies en áreas determinadas, así como monitorizar la evolución de sus poblaciones a lo largo del tiempo. Recientemente, esta metodología ha sido una herramienta fundamental para evaluar las poblaciones de lagarto pirenaico, una especie que está catalogada como «En Peligro» en el Catálogo de fauna salvaje autóctona amenazada de Cataluña.

¿Por qué es tan relevante la presencia de estas especies en la zona de la Tossa Plana de Lles – Puigpedrós y otras zonas de los Pirineos?

La presencia de estas especies en las zonas de los Pirineos es un indicador fundamental del estado de conservación de estos ecosistemas montañosos. Su protección es esencial para garantizar la biodiversidad de estas áreas tan únicas y frágiles.
La lagartija de turbera se encuentra en Cataluña generalmente a partir de los 1.400 metros de altitud y, como su nombre indica, está asociada a las zonas herbáceas húmedas de alta montaña, las turberas. Estas áreas son especialmente sensibles a la desecación, ya que el aumento de las temperaturas derivado del cambio climático, así como la degradación provocada por el sobrepastoreo, están poniendo en peligro su estabilidad y función ecológica. En cuanto al lagarto pirenaico, se distribuye a partir de los 1.600 metros y su presencia se restringe a zonas montañosas muy concretas. Esta subespecie (Lacerta agilis garzoni) está catalogada como «En Peligro» en el Catálogo de fauna salvaje autóctona amenazada de Cataluña, una clasificación que subraya la delicada situación de este lagarto endémico y único de los Pirineos orientales. Esta subespecie depende de ecosistemas montañosos muy específicos, que se ven amenazados por la pérdida de hábitats, el aumento de las temperaturas y otros cambios derivados del cambio climático, lo que la hace aún más vulnerable.
Por otro lado, el lagarto ocelado, la especie de lagarto más grande de Europa, a pesar de ser más común a cotas más bajas, su presencia en los Pirineos es significativa, ya que puede encontrarse desde el nivel del mar hasta los 2.000 metros de altitud. Esta especie ha sufrido una regresión considerable en las últimas décadas, con una disminución notable de sus poblaciones debido a la pérdida de hábitats, la fragmentación de los espacios naturales y otras amenazas derivadas de la actividad humana. Actualmente, el lagarto ocelado está categorizado como «Casi Amenazado» por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Por todos estos motivos, la supervivencia de estas especies, y muchas otras, está directamente vinculada a la conservación de los hábitats montañosos que ocupan. La protección de estas zonas es fundamental para preservar la biodiversidad y garantizar la estabilidad de los ecosistemas de los Pirineos.

¿Qué papel tienen los reptiles como bioindicadores de los efectos del cambio climático?

Los reptiles juegan un papel fundamental como bioindicadores de los efectos del cambio climático, ya que, como animales ectotermos, dependen directamente de la temperatura ambiental para regular su propia temperatura corporal. Esta dependencia los hace especialmente sensibles a las variaciones de temperatura. Los cambios en los patrones térmicos afectan diversos aspectos de su biología, como la reproducción, la movilidad y la alimentación. Además, los reptiles muestran cambios en sus ciclos biológicos (fenología) frente al calentamiento global, como el adelanto de su actividad y reproducción. Así, las alteraciones en sus poblaciones y distribución pueden ser un reflejo de cómo los ecosistemas responden a los cambios climáticos y, por tanto, servir como señales de alerta para la salud del ecosistema en general.

¿Cuáles son los principales retos para conservar los reptiles en Cataluña y, en especial, en los ecosistemas de alta montaña?

Los principales retos para la conservación de los reptiles en Cataluña, y especialmente en los ecosistemas de alta montaña, son diversos y complejos. Uno de los problemas más graves es el sobrepastoreo, que altera el equilibrio ecológico del paisaje. Esta práctica uniformiza los espacios, eliminando la vegetación arbustiva y herbácea que los reptiles utilizan como refugio y fuente de alimentación. El sobrepastoreo también puede provocar un sobre-pisoteo de las zonas húmedas de alta montaña, hábitat de la lagartija de turbera.
Otro reto importante es la sobre-frecuentación de los espacios naturales, así como la realización de actividades fuera de los caminos establecidos. Esta afluencia masiva de visitantes genera una perturbación constante de la fauna, no solo de los reptiles, sino de todo el conjunto de especies que habitan estas zonas.
La fragmentación de los hábitats también es un factor crucial. La construcción de grandes infraestructuras como pistas de esquí, carreteras y otros proyectos de urbanización en zonas montañosas favorece la separación de los hábitats, creando barreras que limitan los movimientos de los animales y afectan su capacidad para encontrar alimento o refugio.
El cambio climático y el aumento generalizado de las temperaturas suponen uno de los principales retos para la conservación de los reptiles, especialmente en los ecosistemas de alta montaña. Muchas especies que habitan estas zonas están adaptadas a climas fríos y, a medida que las temperaturas globales aumentan, se ven forzadas a desplazarse a altitudes más altas en busca de condiciones más frescas. Sin embargo, este desplazamiento tiene una limitación natural: las zonas más altas de la montaña no pueden proporcionar más refugio una vez se alcanza el límite de altitud.

¿Qué buenas prácticas pueden adoptar las personas que visitan estos hábitats para contribuir a la conservación de estos animales?

Las personas que visitan hábitats naturales donde habitan reptiles pueden jugar un papel fundamental en su conservación adoptando buenas prácticas. Es importante respetar los caminos establecidos y evitar salirse de ellos para no causar alteraciones en los hábitats naturales, especialmente en zonas sensibles para la fauna.
Asimismo, se debe evitar absolutamente la captura o manipulación de los animales, ya que esto les provoca estrés y altera su comportamiento natural. También es esencial no arrojar residuos al medio ambiente, ya que pueden contaminar el entorno y perturbar el ecosistema. Además, hay que evitar hacer ruidos fuertes, ya que el ruido excesivo puede perturbar a la fauna y alterar su comportamiento, especialmente durante las épocas de reproducción y alimentación.
No se deben introducir especies invasoras, que pueden competir con las especies locales por recursos vitales como el alimento y los refugios, poniendo en peligro su supervivencia.
Por último, queremos añadir que si las personas que visitan estos hábitats observan un reptil o cualquier tipo de fauna que puedan identificar, sería muy útil que registraran el dato en portales de ciencia ciudadana como Ornitho.cat o iNaturalist. Conocer la ubicación exacta de las especies es esencial para su conservación, ya que facilita el seguimiento de las poblaciones y contribuye a recopilar datos valiosos para la protección de la biodiversidad.

Gracias al apoyo de NNormal, desde la Fundación Kilian Jornet tenemos la oportunidad de dar impulso y acompañamiento a entidades, científicos y voluntarios que trabajan activamente por la protección y conservación del medio ambiente. Este apoyo nos permite contribuir de manera significativa a proyectos e iniciativas que buscan garantizar un futuro más sostenible para todos.